Inma Perles

Tengo la suerte de ser una de esas personas que se dedica a lo que más le gusta pero a pesar de que la gente diga: “qué suerte!! Haces lo que te gusta!” es un trabajo que requiere muchísimo esfuerzo, ilusión y entrega. Aún así, desde siempre he sabido que necesitaba dedicarme a ello por completo, porque es lo que siempre he querido hacer. ¿Y qué es? “Hacer joyas”; pero no una joya convencional de las que tienen diamantes y son de oro, no!!

Mi historia comienza en 1979 y con ella mi amor por este trabajo. Todavía recuerdo que de pequeña en el colegio hacía pulseras con las florecitas que caían de los árboles... Y es que siempre me ha gustado lo hecho a mano!! El motivo es muy sencillo: quiero hacer que cada pieza sea única, que lleve un trocito de mí y sobre todo, de quien la va a llevar puesta. Por eso lo que me gusta es hacer complementos diferentes, a través de los que pueda expresarme y que decoren el cuerpo y el alma de las que estáis ahí! Colores y formas que me transporten a los fondos marinos, aunando así una de mis grandes pasiones: el submarinismo. El mar es precisamente una fuente de ideas sobre la que producir nuevos diseños: me encantan los colores que desprende el agua junto al brillo del sol, soy una enamorada de los peces, los corales, la playa, las burbujas de jabón, las diminutas luces de los faros que iluminan al mar...

Todo empezó cuando decidí venir a Barcelona, dispuesta a estudiar en una de las mejores escuelas: la Escuela Massana. Había oído que era el mejor centro para iniciar la conquista de mi sueño y no me defraudó. La suerte me acompañaba; una buena estrella que me sigue incluso en mi nombre y no pasó desapercibido en la prueba de acceso a la Escuela... “Inma Perles, un apellido muy propio para ser joyera”, me dijeron en la entrevista previa a entrar y, aunque entonces no sabía dibujar, me sentí decidida a mostrarles que era mi momento. Así logré iniciar mis estudios de joyería, sin poder creerme lo que había conseguido.

Inma Perles? Pues sí! Ésta soy yo!! En 2011 estudié un ciclo formativo de grado superior de Joyería Artística durante dos años. Aunque ya había estado trabajando anteriormente, formándome día a día para conseguir mejores resultados, no podía imaginar la cantidad de ideas que me quedaban por enseñar y transmitir.



Fue en la primavera de 2012 cuando llegó la confirmación definitiva de que mi trabajo iba a despegar y que fuera de mi estudio había muchas personas que iban a sentirse identificadas con lo que yo quería ofrecerles. Fue entonces cuando nació Bluefish! Con este nombre bauticé las pulseras y collares que llenaron mis manos de pequeños cristales de colores y mi imaginación de decenas de combinaciones posibles. El mar volvía a acompañarme, esta vez de la mano de colores que recordaban el fondo del mar, que quedaban encerrados en pequeñas mallas, como si fueran las redes de un pescador. De ahí su nombre; un nombre que se fue convirtiendo en habitual en blogs de moda y cuyo éxito fue creciendo a medida que las combinaciones de colores se multiplicaban entre mis manos.





Soy una persona exigente, muy perfeccionista, detallista y muy observadora. A base de trabajar y trabajar se consigue llegar a lo que nos propongamos así que, aunque el camino sea difícil hay que intentarlo. Siempre me ha gustado ser diferente y original, sin someterme a modas pasajeras, caducas, carentes de personalidad y que no dicen nada de quien las lleva. Mis creaciones hablan de mí misma, de lo que me gusta y despierta emociones, pero siempre buscando que las personas que las lleven sientan lo mismo que yo: que son únicas, diferentes, originales y auténticas.





Si me preguntas si me considero artista o joyera te diré que todavía no lo sé.. Creo que eso no lo debo decir yo, lo que menos me gusta es alardear ni presumir de nada... Sólo puedo decir que soy muy feliz porque hago lo que me gusta y también por contar con una familia y amigos que siempre me han apoyado y que han sido una fuente de inspiración para mí. Desde pequeña he visto a mi madre hacer manualidades que me han ayudado a dejar volar mi imaginación. Pero aunque mis padres quieran que llegue a ser como Boucheron o Tiffanys, yo prefiero ser Inma Perles, esa chica que todavía cree que es una niña y lo más importante: que quiere escuchar lo que tú quieres decir y ayudarte a transmitirlo con el brillo de un diseño exclusivo para ti.